Tal día como hoy hace justo cien años se estaban librando violentos enfrentamientos en el contexto de la I Guerra Mundial. Sin embargo, un siglo después, la siguiente contienda que se produce a escala mundial no es de carácter militar pero puede tener las mismas consecuencias devastadoras. Nos referimos a la I Guerra Mundial Fiscal iniciada por la carrera por atraer empresas mediante incentivos fiscales.
ESTADOS UNIDOS, La chispa que enciende la llama
Dicho enfrentamiento se encuentra ya en ciernes desde hace unos años y podría estar más cerca que nunca desde el pasado mes de abril cuando el equipo del presidente Donald Trump presentó un agresivo plan de rebaja fiscal que contempla favorecer a empresas, la clase media y los grandes patrimonios. El objetivo repatriar el dinero de las grandes multinacionales americanas.
La histórica reducción de impuestos busca bajar los tipos del Impuesto de Sociedades, del Impuesto de la Renta, simplificar los impuestos al reducir los tramos en función del volumen de renta de cada persona. De esta forma, pretende favorecer el crecimiento económico del país atrayendo a las grandes multinacionales para que evitar que desvíen su actividad al exterior y repatriar los beneficios que se consigan en el extranjero.
LA REFORMA FISCAL BAJARÁ EL IMPUESTO DE SOCIEDADES (uno de los más altos de la OCDE) DEL 35% AL 15% sin contar con las posibles deducciones que se puedan aplicar. Además existe otra arma secreta que ya han propuesto distintos dirigentes republicanos y que no se sabe si recogerá la reforma fiscal de Trump: eliminar la tributación por los ingresos obtenidos en exportaciones y, en sentido inverso, aumentar los impuestos a las importaciones.
Esta forma de proteccionismo fiscal, es una auténtica bomba que puede convertir a Estados Unidos en el mayor paraíso fiscal del planeta, según varios expertos.
LA LUCHA YA SE HA EXTENDIDO A OTROS PAÍSES
En los últimos años ha habido una tendencia en algunos estados de bajar los impuestos a las empresas para impedir que se vayan a otros países. En el caso de la Unión Europea se pretende seguir el principio de “armonización del Impuesto de Sociedades” entre todos los países a lo que algunas jurisdicciones como Irlanda se han opuesto.
REINO UNIDO VS EEUU
Una vez liberada de sus compromisos exteriores a partir de 2019, cuando se concrete el Brexit, es decir la salida británica de la Unión Europea (UE), la primera ministra Theresa May proyecta reducir el gravamen a las empresas de 20 por ciento en la actualidad a 17 por ciento en 2020 y más adelante bajarlo hasta el 15% para equipararse a los incentivos de EEUU aunque esto último no está confirmado.
ARMONIZACIÓN FISCAL DE LA UE
Si en la UE de media el tipo en Sociedades superaba el 35% a mediados de los noventa, ahora está en el 22,5%. Además, prepara en secreto una lista de 95 países que pueden ser considerados como paraísos fiscales, mientras aboga por la armonización fiscal. Entre septiembre de 2015 y enero de este año, 10 grandes países redujeron los impuestos a las empresas, entre ellos Gran Bretaña, Italia y Noruega (que no es miembro de la UE) y sobre todo Hungría.
HUNGRÍA DESAFÍA A IRLANDA
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anunció la rebaja del impuesto de sociedades hasta el 9% a partir de 2017, desde las tasas actuales del 10% y el 19% que se aplican según los ingresos de las empresas. De esta forma Hungría se colocaría como la jurisdicción con el Impuesto de Sociedades más bajo dentro de la Unión Europea ya que la tasa general de Irlanda se sitúa en torno al 12,5%. Sin embargo el gobierno celta ofrece un tipo reducido del 6,25% a las empresas que derivan sus ingresos de patentes desarrolladas y registradas en suelo irlandés.
LA GRAN SORPRESA DE ISRAEL
La última reforma del código fiscal establece regímenes especiales para aquellas grandes empresas que registren unas ventas superiores a los 2.500 millones de dólares y que podrán beneficiarse de una tasa reducida del 6% en el Impuesto de Sociedades, mientras que la mayoría de las compañías de pequeño y mediano tamaño se podrán acoger a un gravamen especial del 12%.